viernes, 1 de mayo de 2009




El hombre trabaja,
luego vuelve a su animal.
Viene con hambre
distraído
y bebe un plato de sed.

En el pelaje le brilla el sol,
lo que hubo de haber habido…

El hombre trabaja,
luego
besa la sombra,
ronda su noche
y abre otro cielo.


12 comentarios:

norma.cirulli dijo...

Aprendí que , en el trabajo, puede cambiarse todo: la violencia, el miedo, los recuerdo, acaso sólo sueños...
Feliz trabajo para todos !!!

JUAN JES dijo...

Esa es exactamente la condición humana.

Emilio dijo...

Todos tenemos una parte humana y otra parte animal, emocional, ancestral; en el equilibrio está la virtud.

Un saludo.

Paula Malugani dijo...

Asi es Norma, como tanto hemos leído: 'Un hombre libre, sano y fuerte, también puede construirse...'
Gracias por pasarte y dejar tu lectura. Un beso.

Paula Malugani dijo...

Juan Jes, te extrañaba...
Besos metafísicos.

Paula Malugani dijo...

Si Emilio, lo humano es ese desequilibrio permanente... En mi adolescencia me había impresionado una frase, decía: 'Lo tranquilizante del equilibrio es que nada se mueve, lo real: es que basta un soplo para hacer que todo se mueva'.
Besos.

Alfredo dijo...

Bíen escogido el aforismo, para el dia de todos.

Paula Malugani dijo...

Gracias Alfredo por señalar el aforismo de Lautreamont, que alude a esa íntima escencia de la poesía, que no es otra que el TRABAJO. En ese sentido queda al alcance de cualquiera...
Un abrazo!

mj dijo...

Es excelente este poema, tiene unas metáforas buenisímas.
"bebe un plato de sed"...me parece tremendo.
Un abrazo
mj

Paula Malugani dijo...

Muchas gracias mj, me ha encantado tu llegada, tu lectura, bienvenid@!
Ese es también el verso que más me interesó del poema. Un abrazo.

Alfredo dijo...

El hombre sin trabajo es como un niño sin juguetes.

Paula Malugani dijo...

Tal como dices, Alfredo, como un poeta al que le quitan la palabra. Un beso.