viernes, 2 de julio de 2010


Es verano otra vez,
el aire tiene el peso de la sal.

Es isla que navega hacia el sol
donde el mar salpica el cielo.

Hay nubes rosadas que pasean
solas en la tarde.

La ventana azul
alumbra la casa encalada.

Hay sonrisa floreada de geranios.
Los pájaros picotean el silencio,
los frutos aguardan en las ramas
.

3 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Entre toda esa belleza debe haber un rayo especial, una fuerza amarilla que hace que todo sea gloria, aunque al otro lado de la calle nos estemos matando entre nosotros.

Fabian La Rosa dijo...

bello Paula
bello

abrazo desde este invierno

JUAN JES dijo...

Hace tiempo que no escribes PAULA, se te extraña.