sábado, 5 de mayo de 2012


Los pájaros frutales

Los pájaros frutales se despluman en abril
cuando agitan sus páginas
y vuelven a acariciar los cielos.
 
Hay tardes que perfuman en clave de flor,
se mojan las patitas en el río
al reflejarse los sueños,
y susurran palabras para no andar descalzos.

Hay veces que bailan en la extensión de su abecedario,
buscan en vuelo tréboles con dos ojos,
y se miran.
Por suerte, nunca se deshojan por amor,
aunque se llamen Margarita.

Los pájaros frutales son más bien bisexuales
por una cuestión de rima.
Cuando se abren de alas
la música los alza
y no dudan en desvestirse de cerezas
con sexo femenino.
Tienden más a disfrutar que a confrutarse,
cuando clavan su pico rígido y varonil
contra alguna estrella
que en las orillas  de la noche
ha desnudado la marea.

Quien los ve atravesar la primavera
difundiendo semillas,
cosa que muy de tanto en tanto ocurre,
no es raro que se quede absorto y exclamando:
-Qué despiplume!

Los pájaros frutales son más del agua dulce
que de ningún mal agüero.
Son aves más felices que fenixes,
porque hacen todo lo que se les canta.

Hay días en que cierran el pico,
no dicen ni pío, y se cruzan de alas.

Abren su abrazo,
sin saber si son huesitos o nervaduras
lo que bate sus plumas en el aire,
y las cubre de relámpagos chiquitos.

Los pájaros frutales no tienen raíces,
por eso les gusta perderse en la fronda,
irse por las ramas.


2 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Eres una pájara frutal, vuelas tan alto que pareces una sirena en el mar del cosmos.

Qué bueno verte!

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Desde École de Poésie Grupo Cero / Atelier Dimanches 19h. Ibiza, no te leía. Me llena este poema hecho de cantos y metáforas bellas


Gracias