miércoles, 18 de marzo de 2009




Caleidoscopio


Un despeñarse en los brazos de la noche.
Una sola jaula con barrotes dorados.
Mucho humo.
Un cigarrillo,
dos,
tres,
cuatro.
Un sepulcro de silencio.
Otro vendaval insidioso.
Un montón de pájaros con las alas quebradas.
Un despertarse en este insomnio de neblina.
El último cigarrillo.
Amanece…
Ningún hada.

14 comentarios:

JUAN JES dijo...

Ningún hada, pero la casa llena de tu espíritu

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Me encanta tu poema Paula, gracias por tu entrada en mi blog.

Un beso.

Sarco Lange dijo...

Si yo fuese de esos psicoanalistas aburridos que sólo se lo pasan analzando hasta los gases de la abuela podría preguntarme cuál es la jaula con barrotes dorados y el porqué los pájaros están con las alas quebradas.
Pero como no lo soy sólo me quedo con la escena de la mujer fumándose el olvido en un espacio atiborrado de HADAS que quieren entrar pero no que pueden.

Un saludo entre la neblina, Paula.
SL.

silencio dijo...

me atrae
el tiempo
tan veloz,
La realidad.
Es como la misma vida.

Acuarius dijo...

cuando dejes de fumar...verás hadas en cada espacios donde dirijas tu mirada :)

La paciente nº 24 dijo...

Después de fumarte la noche te quedó beberte la vida, entonces con el ruido de las canicas, se crea la más suave sinfonía, y no sé si se conjura el mundo a modo de piruetas, pero aparecen las primeras hadas, moviendo el piano de Chopin o creando poesías. ¿No eres tú una de ellas? Entonces ¿A quién esperas?

Leo Zelada dijo...

Me gusto este poema.

Paula Malugani dijo...

Y con tu espíritu, Juan, lleno de hadas...

Paula Malugani dijo...

Gracias a ti, Ricardo; y bienvenido.

Paula Malugani dijo...

Un buen psicoanalista, Sarco Lange, no se dedica a buscar pelos en la sopa.
Su escucha debiera ser una escucha poética, puesto que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, más precisamente como la poesía.
En tales territorios las hadas fuman hasta alcanzar el sol.
Tantas estrellas sonrientes para ti...

Paula Malugani dijo...

Gracias Silencio que acaricias poesía de color con tus pinceles. Bellas palabras te rondan. Un abrazo.

Paula Malugani dijo...

Gracias Acuarius, pero sabes, yo amo las hadas perfumadas, el humo perfumado y es ahí donde más detecto su emergencia. Hadas fumadas te saluden.

Paula Malugani dijo...

Linda paciente 24, amante de la bruma y de los bellos resplandores, mi pluma te saluda desde esta tarde de después.
Siempre te espero y escucho el piano de Chopin, tu pasillo de la octava sabe abrirse a mi paseo por sus baldosas insomnes. Te abrazo!

Paula Malugani dijo...

Gracias Leo por leer y luego dejar tus palabras. Un beso.