lunes, 30 de marzo de 2009




In Memoriam


A Alfonso Ruiz Moreno


Hoy quiero abrigarte
con letras hechas de miel, canción y trino...

Quiero beberme el veneno del dolor y su reverso.
Romper el sueño y el adiós,
el tinte fugitivo del recuerdo.

Hoy, quiero nombrarte
y enredar tu nombre a las estrellas,
o estrellarme sin piel en tu silencio
para que deje de aturdir,
para que no calle la noche,
para prestarte la voz
-pájaro y jaula-
escribo tu nombre con la pluma
de los que burlan la muerte.

Quiero perfumar las flores
que palidecen si no miras,
pintar un alma a los que quedan
partidos, si te vas.

Hoy, querido Alfonso:
encadenamos tu primavera a la letra
para no dejarte morir,
para decir adiós: lluvia o poema,
para cantarte y que vuelvas a reír,
a escalar el viento en estas lágrimas
que escribo con la piel de todos,
para que viva siempre
bordado con tu nombre, nuestro amor.

10 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

Precioso homenaje, un abrigo de versos para todas las tormentas.

Un abrazo
Marian

Unknown dijo...

que preciosa elegía...debió ser alguien genial para inspirar un poema así...un beso enorme mi querida navegante!,

Giovanni-Collazos dijo...

Buen poema, precioso. Un buen homenaje en todos los versos escritos...

Un abrazo.

Gio.

Paula Malugani dijo...

Muchas Gracias Marian, Arena, Gio; algo he podido, lo he abrazado vivo, cabalgando la vida en el poema, radiante de juventud. Frente a la palabra escrita, la muerte no tiene poder!

JUAN JES dijo...

Paula, las elegías hablan maravillas del autor, un abrazo en la pérdida y un beso en la ganancia.

Walter Portilla dijo...

Paula, hermosos versos! todos aspiramos a algo así cuando debamos marcharnos, a recibir palabras tan cálidas y tan sentidas.
Un abrazote.

Emilio dijo...

Sin palabras.
Genial poema y mejor aún sentimiento triste y hermoso.

Un abrazo.
Emilio.

Paula Malugani dijo...

Tus palabras Juan, siempre esconden amables iluminaciones, me gusta oir tu voz. Besos.

Paula Malugani dijo...

Gracias a ti Walter, un abrazo fuerte.

Paula Malugani dijo...

Otro abrazo Emilio, la tristeza a veces se alumbra de una belleza de palabras, con palabras.