viernes, 30 de enero de 2009



A ras de cielo

Traje de mi ciudad un verde-miedo,
vine con la canción
que hoy se desgrana:
"No he sabido
volar a ras de cielo,
ni ver fuego en la estrella
ni caminar
sencillamente sola
con la resaca a cuestas".

Vine a decir adios
(perdón por la tristeza),
a esos días
en que esperar era mi fiesta,
a mi tibio cantar entre cigarras,
a morir de frio en primavera.

Cae el telón.
Hay un verde nuevo en la ciudad.
Amanece
estoy perdida.
Comienza la función.

miércoles, 28 de enero de 2009




Al filo del poema


Te encuentro
en el reflejo de las letras.
En la soledad poblada de los astros...
Temblando,
casi ciego

-en cada desencuentro-
al filo del Poema.

lunes, 26 de enero de 2009




Un íntimo universo

Voy por un recuerdo
que escribo en presente,

por una palabra
que insiste

en un tiempo vencido.
La palabra que callas
enredada en la escalera del viento.

Hubo un instante

donde lo que vibra
yacía en la niebla,
en el sueño,
en el rocío...

Amanecí al sur de tus jardines
y todo era ruinas
y todo era porvenir.
Presiento,

al borde de tus manos,

un íntimo universo;
en flor.

miércoles, 21 de enero de 2009



Cómo no soñar más

He llegado del viento
con los besos sin labios
que me dejó tu ausencia

¿He llegado?

Te busco en las rendijas
en mi jaula
y no estás
Merodeo por la calle
te imagino
te llamo desesperada
te conmino a latir en la neblina
esta noche iluminada
en el recuerdo
de este sueño por venir

Desde este llanto austral
clamo por tu presencia
enamorada
Y más te estoy queriendo
y más
voy a encontrarte
al alba
tus manos sobre mi espalda
casi dormido
casi flotando entre sábanas blancas

Sobre la nieve sutil
que me devore
el tiempo de los sueños
y el fuego.

* Poema publicado en el libro: A Mares, Ed. Grupo Cero

lunes, 19 de enero de 2009


No vengas

No vengas, te digo, a mi jardín de ausencia.
Hay una autómata de ojos amarillos, que se llama Nunca,
y sonríe desde el lodo vacío.
Hay una niña paralítica, cubierta con tules escarlata, velando un sortilegio.
Siempre que piden más luz, traen más sombra.
Hay también una princesa muda, que llora para siempre, vestida de ceniza.
Hace frío, te digo, por favor, no vengas.

Voy a partir, voy a buscar semillas.
Apagaré la sombra.
Quiero dejar a mi paso, abiertas las letras.

lunes, 12 de enero de 2009


Queda la noche

Queda la noche perfumada de nogal
y recordar no es posible,
y tampoco volver a tejerme la mirada
al ritmo de tus versos
tan amados.

Queda la noche
caracoleando en lo árido.
Queda una música del arpa
y ningún bandoneón.

(En el jardín vacio
te extrañé y me volví loca esperando)

Y esperar no es posible
y tampoco romper
esta clepsidra si se dispara,
trampolín hacia el alba
me digo:
-todo futuro
por hacer.

* Poema publicado en el libro: A Mares, Ed. Grupo Cero

viernes, 9 de enero de 2009


Exilio

Partir fue la sentencia.
Partir el corazón
con la violencia del exilio,
con la frialdad del témpano
con el dolor de quien no supo,
despedirse;
llorar a gritos.

jueves, 8 de enero de 2009


Nosotros

Nosotros somos dos almas
que se escaparon de un tango
bandoneones de nostalgia
en los suburbios amados.

Nosotros con soledades
amantes de sangre fresca
nosotros cruzando mares
relojes sobre la tierra.

Nosotros somos el viento
esa memoria que arde
si alguien nos piensa esta tarde
nosotros somos recuerdo.

Nosotros trepando muros
en las caricias aladas
de la palabra callada
nosostros somos futuro.

miércoles, 7 de enero de 2009



Me canto los cuarenta

Abro esta puerta y son cuarenta años
hoy que tantos recuerdos relampaguean...
Estoy viendo la serie de peldaños:
sucesión y trasiego.

Vuelvo a escalar el tiempo y sus fulgores
-el sol de ya no ser lo nunca sido-
cambio monedas de caballito en alfajores,
la merienda era una fiesta que mi madre
sembraba de canciones.

Van desfilando todas mis edades
los nombres de cada cifra
palpitan con cuarenta corazones
poblados de poetas y ciudades.

Son los ladrones robados por el sueño
de Alí Babá clamando que se abra
esta puerta otra vez desconocida.
A los cuarenta cerca de la sangre
una palabra
rompe el silencio de mis dedos.

Fui despertada en medio de la vida
para escribir este poema
que diga que deseo,
que vi volver los mirlos y era invierno,
que estuve enredada con tu amor
bailando junto al fuego.
Que ya no me suena ajena la tinta roja
si me pregunta:
¿Qué significa traducirse en palabras?
¿Qué enalma la noche oscura?
Frente a la duda hay que seguir remando.

Yo escribo este jardín
donde florecen las violetas
en su lluvia musical...
Está el cielo con su séquito de estrellas
multiplicando tiempos por vivir.

Abro esta puerta y son cuarenta años...
Hay tempestades en los dos abismos,
algo habré envejecido y sin embargo
tengo encendidas todas las luciernagas.
En mis manos anidan como pájaros
los vuelos de poemas por venir.


lunes, 5 de enero de 2009



Y en la carne herida
...

Y en la carne herida
la intermitencia de la lluvia
pintaba de silencio

todo un mar
y se partía.


viernes, 2 de enero de 2009



Lo mismo que un navío

Lo mismo que un navío
arrancas las orillas de mi mapa,
enredas caracolas en el vientre
de la noche. Así, ninguna estrella escapa.

Y vuelan los suspiros a dos voces,
astros con dedos de sal
rasgan senderos y niebla,
tejen al filo del poema, tu nombre
ligera geografía,
con pétalos de mar.