Si despiertas del olvido,
y vuelves
de tu ausencia migratoria,
en una nave
que ya nadie espera;
trae los fragmentos de mí
que ahora le faltan a nuestro amor partido.
Tu fantasma atraviesa la noche
y estira de mis sábanas.
¿Delirio o profecía?
Del perpetuo abandono,
quedó una estrella,
un resplandor.
Tal vez sea llave o llama.
Y si agita la piel del deseo
es sueño y poesía.
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